sábado, 10 de abril de 2010

Los fiscales ante el nuevo proceso penal

RETOS. EL MINISTERIO PÚBLICO EN LA PERSECUCIÓN ESTRATÉGICA DEL DELITO

Actualmente, cuenta con una moderna forma de despacho fiscal


Se viene nueva norma en carrera fiscal y de la ley orgánica del MP

Pedro Angulo Arana

Magistrado (*)

El Ministerio Público, dentro de pocos meses, y ello en términos humanos es un breve tiempo, cumplirá su 29° aniversario de existencia independiente y de esforzado y permanente trabajo en pro de la legalidad; así pues, estando dicha fecha cercana y como lo más seguro es que ya no me encuentre entre sus filas, pretendo hacer ahora una concisa valoración de su actualidad.

Hoy, todos los fiscales, con decidida vocación de servicio, vienen asumiendo el mayor reto histórico que ha sido encomendado a la institución, como es el haberse transferido la dirección de la primera fase del proceso penal formal, esto es la etapa denominada investigación preparatoria, poseyendo para tal efecto mando sobre la Policía Nacional.

Ello mismo ha generado una nueva forma del despacho fiscal y una nueva división del trabajo, puesto que se han asumido muchas nuevas tareas y atribuciones; tales como facultades coercitivas, responsabilidad en la protección de víctimas y testigos, en la extradición de los presuntos autores de delitos, la composición temprana de conflictos, negociaciones y la organización del Observatorio de Criminalidad del Perú. Es muy posible también que, en los próximos meses, se logre promulgar la ley de la carrera fiscal, y también la nueva ley orgánica del Ministerio Público y quizá se renueve el mismísimo Código Penal, con la participación de la institución.

Asimismo, en lo organizativo, se ha variado el antiguo cargo del Decanato de los Fiscales, y ahora, democráticamente se eligen a los presidentes de las Juntas de Fiscales Provinciales y Superiores. Respecto a estos últimos, se aprecia que a lo largo y ancho del país vienen gestionando la donación de terrenos y promoviendo la construcción de modernos edificios institucionales, adecuados a las tareas asumidas.

Hace poco, hemos contemplado un apreciable crecimiento del patrimonio institucional, tal como nuevos inmuebles, autos y camionetas para facilitar el trabajo, computadoras y mobiliario adecuado, para enfrentar los retos que ha establecido el NCPP; unas son adquisiciones y otras donaciones de países solidarios.

A ello se suma el fortalecimiento de los laboratorios fiscales y la adquisición de material moderno para efectuar investigaciones, por ejemplo, en la misma escena de los delitos y la instalación de las cámaras Gesell, para mortificar lo menos posible a los menores testigos o agraviados por delitos, entre otras saludables acciones.

(*) Fiscal superior en lo penal de Lima, doctor en derecho, catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y de la Universidad de San Martín de Porres.

Gestión moderna

Este momento especial, propicio a la revitalización o al nacimiento de una nueva mística en el Ministerio Público, ocurre, y no es casualidad, en la gestión de la doctora Gladys Echaíz Ramos, a quien ninguna experiencia propia de los fiscales le es ajena, lo cual, por lo demás, se percibe claramente en la dirección y liderazgo que, como impronta personal, viene obsequiando a la institución.

Quienes conocemos de su esfuerzo, compromiso y temple, aunque sea de lejos, sabemos que allí podrá encontrarse en un momento el firme carácter y la decisión irrevocable de un general, y en otro, cuando sea necesario, el oído dispuesto y la sensibilidad perfecta de una madre.

Dato

El Ministerio Público, en estos 29 años de existencia, tal como lo hace el país, sigue creciendo y se consolida socialmente; y todos los fiscales y cada fiscal, a pesar de todas las dificultades presupuestales,

la falta de brazos en los despachos y comodidad en las oficinas, siguen en sus trincheras, como honorables soldados, sus medallas en oro y sus cintas con los colores nacionales sobre el pecho, firmes y dignos.

Unifican criterios y esfuerzos

Lo cierto es que la gran preocupación todavía existe, puesto que los distritos judiciales que ofrecen mayor complejidad son los que se encuentran pendientes de adoptar el nuevo modelo procesal penal y ello motiva a que se unan los esfuerzos de todos los comprometidos con el estudio del nuevo modelo, para unificar esfuerzos y criterios,

en pro del mejor servicio y desempeño institucional.

La situación actualmente descrita motiva a pensar que nos encontramos en un momento bastante especial. Una encrucijada que obliga a generar creatividad y respuestas, que necesariamente nacen

de los diálogos; y, en lo procesal penal, de las soluciones en la nueva casuística y de los estudios, sean artículos o libros.

Así, puede apreciarse objetivamente que entre la bibliografía nacional, cada vez con mayor brillo, se abre paso un mayor número de fiscales, que se hacen presentes ahora, volcando su esfuerzo reflexivo, escribiendo sobre sus distintas especialidades, distinguiéndose los temas vinculados a la problemática procesal penal. Y ello, como todo lo referido antes, es obvio que produce un valioso estímulo para el orgullo, la empatía y la identificación con la institución, elementos importantes de la mística.

Fuente: El Peruano

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