martes, 27 de abril de 2010

El magistrado y la reforma procesal penal

FORTALECIMIENTO. PROPUESTAS PARA CONSOLIDAR CAMBIO

Importa efectivizar realmente el cambio de mentalidad del juez


Se urge además convocar y comprometer a la ciudadanía en este reto

Juan Emilio Ladrón de

Guevara de la Cruz

Fiscal superior penal (p) Callao.





El Perú, al haberse decidido por el cambio progresivo del sistema inquisitivo al sistema acusatorio adversarial o garantista, ha acertado, y hoy tiene la oportunidad de ir mejorando en el camino algunos procedimientos y prácticas procesales, así como de adoptar las medidas convenientes para mejorar nuestra libertad, seguridad y justicia. Este cambio tiene por protagonista al magistrado, con todas sus capacidades, conocimientos y habilidades, incluyendo sus actitudes y conductas; unos rápidamente entienden la necesidad urgente de un cambio ambicioso y orientan su actuación hacia él utilizando el liderazgo como estilo de dirección, además toman decisiones por consenso; otros prefieren mantenerse (“congelados”) en un sistema tradicional inquisitivo, no permiten el avance institucional y del país y mucho menos de la inserción al mundo académico globalizado.

Judicatura

La actitud de “congelamiento” de algunos magistrados denota que carecen del perfil que se les exige para el gran reto, que debe estar basado, entre otros, en cambios de actitud, con valores de justicia oportuna y comprometido con principios de honestidad, moralidad y ética. Con el ánimo de contribuir al cambio necesario, propongo la ejecución de algunas acciones básicas.

Entre ellas, efectivizar realmente el cambio de mentalidad y actitud de todos los magistrados para encontrar el mejor modelo de trabajo con visión en el futuro. Debemos recobrar la mística de trabajo que va mas allá de las horas establecidas por ley, comprendiendo que el compromiso es con la sociedad y como tal se necesita en desplegar una labor más esforzada, para resolver los casos de su competencia en los plazos establecidos por ley y de acuerdo con los procedimientos y prácticas procesales que las nuevas disposiciones establecen. Esta actitud solo se supera con el compromiso, constituye una decisión individual. Luego que el principio de exhaustividad –emplear el plazo mínimo de investigación, o el establecido por ley– sea aplicado para esclarecer las denuncias, evitando la acumulación al decidir la continuación de las investigaciones, cuando no se hallen fundadas razones y mérito para proseguir con éxito las mismas.



Identificación con proceso de cambio

Para consolidar el cambio al nuevo sistema procesal penal, es importante además aplicar sólidas y unidas estrategias que conlleven a garantizar un avance de los cambios culturales trascendentes de identificación con el proceso de cambio, como son, entre otros, los valores, mística de trabajo, percepciones de rol, buenas prácticas, destrezas y hábitos, por parte de los operadores, y no solo de ellos, sino de todos aquellos que tienen que hacer posible el buen manejo del proceso y del nuevo sistema procesal penal que se aplica de manera progresiva en el país.

Efectuar periódicamente un balance individual y grupal para medir la eficacia y eficiencia en la producción laboral; y el compromiso de los medios de comunicación para difundir las bondades, logros y avances de este nuevo sistema procesal penal.

Fuente: El Peruano

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